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Lugares de interés

Explora la fascinante arquitectura de Portmán a través de nuestros lugares de interés, testigos del rico patrimonio histórico y cultural de esta pintoresca localidad. Desde antiguas construcciones mineras hasta elegantes edificaciones de finales del siglo XIX. Cada edificio cuenta una historia única que te transportará en el tiempo. Sumérgete en la atmósfera de épocas pasadas mientras recorres las calles de Portmán y descubres la belleza y el encanto de sus lugares más emblemáticos. No te pierdas la oportunidad de conocer estos tesoros arquitectónicos que hacen de Portmán un destino verdaderamente especial.

Museo Arqueológico (Antiguo Hospital de Caridad)

Año: 1892 Este edificio, fundado en sus orígenes para atender a los heridos de la actividad minera de la zona, está declarado Bien de Interés Cultural. En sus inicios, el conocido popularmente como “Hospitalico de Sangre”, era gestionado por la sociedad benéfica “La Caridad Hospitalaria”, presidida por el doctor José Maestre, estando a cargo de sus servicios las religiosas de San Vicente de Paúl. Actualmente acoge las dependencias del Museo Arqueológico, donde se exponen los magníficos mosaicos del yacimiento de la villa romana del Paturro, entre los que destacan el pavo real, símbolo de inmortalidad, y el rostro sereno de

Faro de Portmán

Durante la Edad Media, son pocas las evidencias que atestigüen el uso, la explotación y la ocupación en la zona por bizantinos, visigodos, islámicos y cristianos, con algunas reseñas históricas que tímidamente mencionan la actividad minera, la pesca y el uso comercial de la bahía de Portmán. Es destacable la gran actividad de piratas berberiscos y las tropelías que realizaban en tierra. Un intrépido personaje que ha pasado a la historia es el corsario Morato Arráez, y su famoso desembarco en Portmán en el año 1587. De esta etapa data la construcción defensiva denominada Torre de San Gil, que primitivamente se edificó en uno de los promontorios en el extremo este de la bahía de Portmán con una torre vigía, desde la que se podía defender, controlar los accesos y alertar a otras torres próximas, y sobre la cual se edificó el actual faro (siglo XIX).

El faro de Portmán está declarado BIC (Bien de Interés Cultural) y documentado en el Catálogo de faros con valor patrimonial de España como parte de su patrimonio industrial, realizado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, y que se puede consultar pulsando aquí.

Instalaciones existentes en la desmantelada Batería de La Chapa

Batería de La Chapa

Esta batería costera está declarada BIC (Bien de Interés Cultural). Ubicada junto al faro de Portman, en las proximidades de la ubicación original de la torre costera primitiva, esta estructura domina la bahía y el frente izquierdo en conjunto con la batería de Cenizas, situada a una altitud de 45.45 metros. Su construcción se inició el 19 de enero de 1928 y concluyó el 31 de octubre del mismo año. Equipada con cuatro cañones Vickers de 15.24 centímetros, modelo 1923, dispuestos en barbeta, estos cañones tenían un alcance de aproximadamente 23 kilómetros, con un amplio sector de fuego de 140

Fachada De la Iglesia Santiago Apóstol

Iglesia de Santiago Apóstol

Año 1888 En 1876, cuando Portmán crecía al calor de la minería, comenzó la construcción de esta iglesia de planta rectangular y tres naves separadas por arcos de medio punto. Fue el maestro de obras Fernando Alcaraz quien dirigió aquellos primeros trabajos, culminados en 1888, cuando se consagró el templo bajo la advocación del patrón del pueblo: Santiago Apóstol. La fachada, sencilla pero solemne, abre su puerta bajo un arco de medio punto, flanqueada por una torre cuadrada que alberga el campanario y un reloj que, desde entonces, mide los ritmos de la vida local. A un lado de la

Casa del Tío Lobo

Siglo XIX (Reforma de1913: Arquitecto Víctor Beltrí) Magnífica residencia modernista, declarada Bien de Interés Cultural, también conocida como Casa Zapata o Casa Grande, perteneciente al más poderoso empresario minero Miguel Zapata, apodado EL Tío Lobo. En 1913, el rico minero encargó al prestigioso arquitecto Víctor Beltrí la ampliación de la vivienda con una segunda planta. De aquella reforma nace uno de sus elementos más singulares: el templete-mirador de aire colonial que domina la esquina del edificio. Coronado por una cúpula de cinc en forma de bulbo, era el lugar perfecto para contemplar la bahía de Portmán y la inmensidad del

Cementerio de Portmán

Año 1869 Fue la necesidad —y también el cariño hacia los suyos— lo que llevó a los vecinos de Portmán a exigir, en 1867, la construcción de su propio cementerio. Hasta entonces, las despedidas debían prolongarse en un doloroso viaje hasta El Garbanzal. Finalmente, en 1869, Portmán pudo contar con este espacio propio para honrar a sus muertos. A lo largo de los años, el cementerio fue creciendo al ritmo de la población minera. En 1877 se añadieron una capilla y un osario, y en 1894 se habilitó un apartado para los enterramientos gratuitos, pensado para aquellos que no podían

Antiguo puerto de Pescadores

Durante décadas, este muelle fue el punto de partida y de regreso de quienes vivían de la mar. Aún hoy, entre la vegetación que ha ocupado su lugar, se conservan los antiguos puntos de amarre: huellas discretas de una vida marcada por la pesca, el viento y la sal. El puerto de Portmán dejó de latir como tal cuando la bahía comenzó a colmatarse por los vertidos del Lavadero Roberto. El calado menguaba, y con él, la posibilidad de que los barcos entraran y salieran. La actividad pesquera se volvió imposible, y la empresa Peñarroya, responsable del desastre, fue obligada

Teatro Conchita

Año: 1879 Un armador de barcos lo hizo construir a finales del siglo XIX poniéndole el nombre de su hija Conchita. Aunque no fue el primero de Portmán, sí se convirtió en uno de los más monumentales de la comarca. Por su tamaño, por sus palcos majestuosos, por sus elegantes plateas… los vecinos lo bautizaron pronto con un sobrenombre lleno de orgullo: “El Coliseo”. De líneas sobrias y sin grandes alardes decorativos, el edificio se alza sobre tres calles, con una cubierta inclinada a dos aguas que resguarda la memoria de mil funciones. Aquel teatro fue también conocido como el

Túnel de José Maestre y vía férrea

Se trata de una infraestructura destinada al transporte del mineral desde las cortas situadas en la  parte norte y central de la Sierra Minera, principalmente desde la corta Emilia y la corta San

Valentín, hasta la bahía de Portmán, donde se encontraba la planta de concentración del mineral denominada Lavadero Roberto. El túnel estuvo operativo entre los años 1957 y 1983 y fue construido por la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya-España.

La boca de acceso al túnel presenta una fachada arquitectónica realizada en piedra arenisca de  reminiscencias clasicistas con pilastras y decoraciones en la parte superior de grandes bolas pétreas.

Junto al hangar-taller cocherón para las locomotoras se localizaban diversas instalaciones técnicas como vías de servicio para estacionamiento y maniobra de los vagones, bombas para el  suministro de gasoil a las máquinas, placa giratoria para invertir el sentido de las locomotoras o vagones. Se siguen conservando 39 vagonetas y 2 locomotoras.

Esta instalación quedó en desuso en 1983 con la entrada en funcionamiento de la Molienda Semiautógena.

El ferrocarril minero tenía un recorrido de 3.250 metros, de los cuales 2.600 metros eran en subterráneo por el túnel José Maestre; por tanto, el tramo de vía férrea que discurría en el exterior era de unos 550 metros

Lavadero Roberto

Año 1957 Frente a la bahía de Portmán se levanta, todavía hoy imponente, el Lavadero Roberto. Construido en 1957, fue el mayor lavadero de mineral de la Sierra Minera, y uno de los más grandes de toda Europa. También fue, inevitablemente, el origen del mayor desastre ecológico que ha sufrido el Mediterráneo, tras décadas de vertidos incontrolados a la bahía. El Lavadero Roberto formó parte de la última gran etapa minera impulsada por Peñarroya España S.A. Su tarea era procesar los minerales extraídos, sobre todo galena y blenda, provenientes de las canteras de San Valentín y Emilia. A través del

Calzada Romana

La calzada se inicia en la propia bahía de Portmán, y transcurre paralela a la rambla que desemboca en la bahía, dirigiéndose hacia el Este, hasta que se cruza la carretera de Portmán a los Belones. Se conserva empedrada en un tramo de unos 2.700 metros.

En cuanto a su estructura, no corresponde a la calzada clásica romana, sino a las de segundo orden, y está compuesta por una capa de agger (tierra y piedras de diversos tamaños) y fossae (dos cunetas que tenían la doble función de extraer la tierra y facilitar el drenaje de las posibles lluvias). 

Este tipo de calzadas solían ir a centros comerciales y estaban construidas para facilitar el transporte industrial y/o agrícola. En época romana, esta zona llegó a gran auge económico, por la extracción minera de plomo y plata en La Unión, constituyendo la calzada el principal punto de enlace con el Mar Menor. También debió tener un uso para la distribución de esparto y productos alimenticios procedentes de las villas agrícolas de los alrededores, siendo el puerto de Portmán el punto de embarque para todos ellos.

La importancia de la existencia de esta calzada en la zona, viene avalada por los yacimientos que podemos encontrar en sus inmediaciones: 

El yacimiento más evidente relacionado con la calzada es la Villa del Paturro. La calzada va descendiendo por una vaguada hasta pasar por delante de la Villa del Paturro, principal instalación en la zona de producción del esparto que se realizaba en las grandes balsas situadas en la villa.

Villa Romana del Paturro

Se trata de un yacimiento arqueológico muy significativo, declarado Bien de Interés Cultural, que revela la importancia estratégica y económica de la Región de Murcia durante la época romana.

Esta villa está ubicada a pocos kilómetros de lo que fue la ciudad de Carthago Nova (actual Cartagena) y al pie de la Sierra Minera. Su proximidad a la ciudad y a los recursos minerales de la sierra la convierte en un enclave estratégico. Inicialmente, se utilizó posiblemente como lugar de explotación, quizás para la producción de esparto necesario para las actividades mineras.

Los restos arqueológicos indican que la villa estuvo ocupada desde el siglo I d.C. hasta la primera mitad del siglo III d.C. En algún momento durante este período, la villa pasó de ser un lugar de explotación a una residencia.

Los materiales más ricos, como pinturas murales y mármoles de diversas partes del Imperio Romano, datan de la fase altoimperial. Estos materiales sugieren la existencia de un propietario con un alto poder adquisitivo y bien relacionado con la élite política y económica de la ciudad.

Destacan los magníficos mosaicos de teselas que se pueden contemplar en el Museo Arqueológico de Portmán.

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